sábado, 24 de mayo de 2014

Y SI TODO SIGUE SU CURSO...

CAPITULO 2!!!!!!!
En el capítulo 1 hubo un fallo técnico y no se podía leer, pero ya está corregido  :)

Capítulo 2
Y así lo hice, entonces vi a Johanna con una sonrisa en esa cara que tiene y al lado estaba Peeta pero este con una cara un poco extraña pero aún así, sonriendo.
- Odair, te subestimas, no cantas tan mal como esperaba.- Le dije
- Vaya, gracias pelirroja.- Entonces se giró hacia Peeta y le dijo: ¿Tardáis mucho? Es que me tengo que ir, Cash me espera para cenar
Al escuchar el nombre de esa rubia oxigenada, cogí mis cosas y les dije:
- Chicos, os espero en el jet.- Johanna me miró y con una sonrisa me dijo:
- Ann, aún nos podemos quedar un rato más, son las 7.30 y mañana es sábado.- Pero sin inmutarme le dije:
- Jo, me encantaría pero tengo trabajo, así que mejor lo voy adelantando.-
- Como que trabajo, si los encargos de esta semana ya los terminamos.-
- Pregúntale a tu amiguito, ya que fue su novia  la que me pidió un vestido de gala para la semana que viene.- Johanna miró a Finnick, pero yo preferí marchame antes de que me metiesen en la discusión, lo último que vi fue que Peeta me seguía por lo que aceleré el paso pero empezó a correr y a los 2 minutos, cuando estaba a punto de entrar el avión me agarra del brazo, me hace dar la vuelta y dice:
- ¿Celosa?.-
- ¿Yo? ¿De quién?.- Intentando sonar lo más convincente posible ya que ni yo me creía que lo que acababa de hacer lo hubiese hecho por tener trabajo.
- De Cashmere.- Dijo como si fuese lo más obvio del mundo.
- ¿Por qué debería estar celosa de esa… chica? Como mucho tendría que estar enfadada con ella por mandarme hacerle un vestido con una semana de plazo, ya que si no: “Hablará con mi jefe y hará que me despidan y se encargará de que por mi culpa Gucci no vuelva a vender un vestido”.- En ese punto ya estaba con lágrimas en los ojos, desde que murieron mis padres, hace 5 años, lloro con mucha facilidad. Entré corriendo en el jet, cerré la puerta y escuché la voz de mi mejor amiga. Poco a poco, creo que fueron unos 10 minutos, me fui calmando y los dejé pasar. En cuanto abrí la puerta me fui a sentar a mí a asiento, dejé todo menos el móvil y me dirigí a la puerta para llamar a Gale, necesitaba hablar con él.
- ¿Ann? ¿Qué pasa?- Me contestó, ya que sólo lo llamo por la semana cuando es algo urgente.
- Sí, soy yo, ¿estás ocupado?- Le dije pero no me di cuenta de que todavía tenía la voz extraña por haber llorado, pero él no pasó por alto ese detalle
- No, ¿Qué pasó?.-
-Nada, ¿siempre tiene que pasar algo para que llame a mi mejor amigo?.-
- Sí, más que nada porque parece que acabas de estar llorando. En serio Annie, ¿qué pasó?-
- ¿Puedes venir mañana a comer? Le digo a Peeta que mande un jet a buscarte.-
- Claro, mañana nos vemos. Te recuerdo que me prometiste que no llorarías más si no fuese por algo importante.-
- Créeme que lo es, está en peligro mi carrera, la empresa de mi mejor amigo y… Bueno, mañana te cuento.- Le dije para finalizar la llamada.
- Vale Ann, no llores por favor, sabes que no me gusta verte mal. Dile a Peeta que a las 10 en el aeropuerto de Londres, adiós, saluda a Johanna de mi parte.-
- Vale tranquilo, ya saludo a Johanna ahora. Adiós, te quiero.-
- Y yo a ti peque.- Me dijo y me colgó.
Entré en el avión en el momento en el que despegábamos. Entonces le dije a Peeta:
- Peet  (N/A: Jajá, súper apodo para Peeta), mañana puedes mandar un jet al aeropuerto de Londres para ir a buscar a Gale a las 10, ¿por favor?-
- Sin problema Ann.- Me contestó, me giré hacia Johanna que tenía cara de: “Tú y yo tenemos que hablar” y le dije:
- Saludos de parte de Gale.- Ella se sonrojó y siguió hablando con Odair como si nada.

Me fui a sentar a mi sitio, saqué los diseños y empecé a trabajar en ellos, tendríamos una hora de viaje. Poco a poco me fui quedando dormida~, entonces sentí como aterrizábamos pero estaba demasiado cansada para despertar, fue una semana agotadora. Sentí como unos fuertes brazos me cogían, me levantaban y me llevaban hasta mi casa. Vaya, no recordaba a Peeta tan fuerte. Cuando desperté eran las 2 de la madrugada y estaba en el sofá de mi casa, con la cena echa en la cocina y música clásica puesta. Cogí el teléfono, le mandé un mensaje a mi mejor amiga, aun que viva encima,  y  en 5 minutos estábamos cenando mientras yo esperaba a que me contase quien me trajo ella esperaba que yo le contase todo lo de hoy.

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